domingo, 1 de octubre de 2006

SENTIMIENTOS

Estoy cansada ya de los programas guionizados, las sorpresas esperadas y los enfrentamientos pactados, por ello cuando el pasado jueves vi en Channel nº4 uno de esos momentos de verdadero sentimiento y amistad me alegré al saber que aún queda sitio para la televisión de verdad, en la que las sorpresas pueden ser auténticas y los sentimientos sentidos.
Os cuento la situación para que comprendáis mi inesperada alegría:
Como en la temporada anterior hay una "mesa de mujeres" a la que se ha incorporado Adriana Lavat, ex-mujer de Rafa Márquez, jugador de F.C Barcelona. Quizás la recordareís por ser una de las invitadas a Donde estás Corazón, cuando su marido salió en una revista pillado con Heydi Michel. Bueno, pues hace algunas semanas Adriana comentó que Alonso Caparrós era un chico muy guapo, desde entonces se han mandado varios mensajes a través del programa, ya que él es tertuliano de "la mesa de hombres" en el mismo programa. El pasado jueves, Alonso le mandó al programa un grupo de Mariachis, Adriana se emocionó y comentó que le había llegado verdaderamente al corazón porque estaba pasando por un mal momento (esa misma semana había aparecido en la prensa del corazón que se separaba de su marido, definitivamente). Entonces fue cuando empezó la sinceridad y lo que me produjo esa gran emoción. Adriana estaba muy sensible y agradeció a todos, la primera a Heydi, que le hubieran brindado la oportunidad de volver a la televisión y obtener un trabajo. Ella no mintió y dijo que todo había sido por acudir a Donde estás Corazón y dar la cara por ella y por sus hijos, por defender lo que ella creía suyo. Entonces explicó los motivos por los que fue al programa y se emocionó verdaderamente. Entonces todos se emocionaron. No fue solo por la situación, ni por compadecerse de Adriana ni por pena hacia ella, fue por la sinceridad con que contó todo lo que había ocurrido, por no ocultar lo que todos ya sabíamos: que seguía enamorada de su marido sabiendo que él estaba con otra y por reconocer que no era el mejor momento de su vida.

Por todo ello, gracias, gracias a Adriana y a Channel nº4 por recordarme que no todo está perdido, que aún quedan personas que son sinceras y que reconocen sus debilidades delante de los demás. Que no tienen miedo a decir lo que sienten y a dar las gracias. Y sobre todo gracias por no hacer de esto el momento del programa, por no regodearse de los males ajenos y no aprovecharse de la situación para añadir más leña al fuego. Gracias por la sinceridad y los sentimientos auténticos.

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