
Por un lado es increíble comprobar cómo la mayor parte de las cosas que comunicamos diariamente se pueden realizar casi sin palabras, ya sea por la repetición diarias de ciertas frases o por que el receptor esta más que acostumbrado a nuestros gestos y pensamientos de lo que creemos. Por otra parte la incomunicación que provoca la falta de habla es más compleja. Podemos decir cosas sencillas con los gestos, las manos y utilizando alguna palabra suelta, casi inteligible para los que están a nuestro alrededor, al final conseguimos hacernos entender, pero cuando se quiere profundizar más en conversaciones o hablar de algo menos cotidiano, la dificultad es mayor y el poder de comprensión de los demás es nulo. Así que se acaba no participando en las conversaciones, porque no se puede decir nada más que asentir y se pierde el interés en hacer que los demás nos entienda, a veces tanto esfuerzo no merece la pena. Sólo se espera a volver al estado normal y hablar con normalidad lo antes posible.
Sin embargo, estar en una situación así te hace ver ciertos aspectos de la vida desde otra perspectiva, prestar más atención a los gestos, las miradas y saber quien te conoce mejor, porque sabe qué estás pensando con tan solo mirarte a la cara y comprobar que no son sólo las palabras las que pueden decir cosas, y que los gestos nos delatan, nos acompañan y nos ayudan muchas veces, a decir lo que los labios no se atreven.
Imagen tomada de http://voybuscandoenlabasura.blogspot.com
Sin embargo, estar en una situación así te hace ver ciertos aspectos de la vida desde otra perspectiva, prestar más atención a los gestos, las miradas y saber quien te conoce mejor, porque sabe qué estás pensando con tan solo mirarte a la cara y comprobar que no son sólo las palabras las que pueden decir cosas, y que los gestos nos delatan, nos acompañan y nos ayudan muchas veces, a decir lo que los labios no se atreven.
Imagen tomada de http://voybuscandoenlabasura.blogspot.com
3 comentarios:
Doy fe de que estabas afónica!!!
Jajaja.
¡FELIZ AÑO 2010!
Aunque puede resultar fastidioso, se descubren cosas que antes no se prestaban atención, incluso algunas son hasta más bonitas, como decir "te quiero" sin palabras.
¡Un beso!
MIGUEL
Hay que ver de lo que sacas un medio artículo eh??? Espero no haberte decepcionado en cuanto a la profundidad con la que te conozco,jejeje. Pero la verdad es que tienes razón no valoramos todo lo que tenemos hasta que lo perdemos, entonces es en ese momento cuando nos damos cuenta, de la suerte que tenemos.
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