martes, 6 de enero de 2009

REFLEXIONES DEL NUEVO AÑO


Es increíble cómo llegamos a acostumbrarnos a cosas normales que no lo son tanto. Es la costumbre de ver las cosas la que hace que, lo que mirado desde otra perspectiva, nos parezcan familiares ciertas situaciones. Esta reflexión comenzó ayer, durante la cabalgata de reyes, esperando a la lluvia de caramelos, casi asesina. En Extremadura, al menos en gran parte de los pueblos de mi región, usamos tractores para mover las carrozas llenas de niños, colores e ilusión. Hasta ese momento ,ver a doce tractores tirando de doce carrozas por las calles principales del pueblo no me parecía una imagen chocante, pero ahora busco esas situaciones extrañas a las que estoy acostumbrada.
Cómo que los adultos releguen a los niños a las últimas filas para ver la cabalgata, o que nos peleemos por unos caramelos que se estropearán en un bote hasta el año que viene. Y estas situaciones no son exclusivas de la Navidad, pero muchas se concentran en estas fechas por nuestras ganas de celebrarlo todo.
Las vacaciones también nos brindan otras situaciones extrañas, como pasarnos medio día tumbados en la arena y la otra mitad bebiendo en el chiringuito o empeñarnos en cambiar nuestro tono de piel a costa de embadurnarnos de aceite...
Miles de situaciones, que repetimos y enseñamos a los hijos, y que no tienen demasiada lógica. Parece que algunos comportamientos humanos no tienen mucha lógica, las paradojas del mundo no dejan de asombrarme y de descubrir que con una nueva mirada, todo se vuelve algo más absurdo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya se terminó la Navidad, ahora cuesta de enero que se traducirá hasta marzo. Te deseo lo mejor para ti y para toda tu familia.

Un abrazo.

MIGUEL

Anónimo dijo...

Si, lo del tractor nos deleta a los extremeños. En madrid las remolcadas por autobuses urbanos. Es lo que tiene! gg.

Yo estoy perfectamente de acuerdo con que a los niños los pongan atrás, son menos eficaces a la hora de coger caramelos. que al fin y al cabo es lo importante.:-)

Saludos.