miércoles, 17 de enero de 2007

FAMOSOS ENCARCELADOS


Hace algunos meses que las cárceles españolas se han convertido en verdaderos centros de noticias con periodistas apostados en sus puertas casi las veinticuatro horas del día, y famosos entrando y saliendo, ya sea como imputados o simples visitantes. El último famoso en entrar: Farruquito, no hablaré aquí del revuelo provocado en los medios, ni si es culpable o inocente, eso ya lo decidió una juez, ni cuestionaré sus pretensiones de conmutar su pena por trabajos sociales, lo que verdaderamente me fastidia es ver cómo los participantes de las tertulias televisivas le defienden sólo porque es un bailaor de prestigio, que dicho sea de paso, creo que poca gente conocía su existencia antes del accidente de tráfico. Realmente su caso es de capítulo de CSI, pero sin Horatio, conduce por las calles de Sevilla sin carnet de conducir a ochenta km/h, atropella a un hombre, le niega el auxilio, se da a la fuga, esconde pruebas, ya que arregla su coche para que la policía no lo inculpe y meses más tarde convence a su hermano menor de edad para que se entregue voluntariamente como conductor en el accidente de tráfico. No creo que haya que dar más datos sobre este gran bailaor, lo que sigo sin poder explicar es cómo hay gente que sigue defendiéndolo, diciendo en televisión que la gente debería saber discriminar la persona: Juan Manuel Fernández Montoya, de Farruquito el artista. Una persona pública como él no puede esperar que el público, que se gasta el dinero en una entrada, se olvide de que ha matado a un hombre y que intentó de todas las formas posibles eludir su responsabilidad frente a la ley. Creo que esos tertulianos que defienden a sus amigos o conocidos a capa y espada deberían dar un paso hacia atrás y mirar los hechos desde un ángulo más objetivo, ¿de verdad piensan que alguien lo defendería si no fuera famoso?. Deberían hacer un ejercicio de autoconciencia y dejar de lado los favoritismos, porque para mí un buen amigo es el que sabe reconocer nuestros errores y nos perdona, no el que defiende lo indefendible y menos en un caso como este. Si de verdad queremos que no haya más muertos en nuestras carreteras por una conducción irresponsable, debemos empezar por condenar a las personas que no valoran la vida humana, ni siquiera la suya propia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola María, bueno quería partcipar en en este artículo, porque a mi también me parece vergonzoso todo lo que está ocurriendo alrededor del caso "Farruquito", la verdad que los programas de tertulias rosas ahora no puedo verlos, ¡si pudiera tampoco los vería mucho!, son más vergonzosos aún, que lo que ha ocurrido con Farruquito, si cabe, pero bueno, eso es otro tema. Lo que si he visto es la entrevista realizada por Jesús Quintero, con la que Montoya ha intentado hacerse un lavado de imagen, y a la que el afamado periodista ha contribuido. Me parece decepcionante que un periodista como Quintero tenga que recurrir a esto para luchar por la audiencia en prime time, y volviendo al tema Farruquito lo intentó, pero afortunadamente no lo consiguió. Lo que hizo no tiene ninguna ninguna explicación.