viernes, 23 de febrero de 2007

EL NUEVO DEPORTE REY: LA PROTESTA


Ni la mejor liga de fútbol, ni el baloncesto con sus campeones del mundo, ni tan siquiera el tenis. Ningún deporte nos gusta más a los españoles que una protesta. Da igual por lo que sea, mientras que se salga en los medios de comunciación. Reconozcámoslo, ejercemos nuestro derecho a la protesta de una forma excesiva y no me estoy refiriendo a las verdaderas protestas importantes, en contra de los atentados, o la violencia de género; no, me refiero a las protestas por esas pequeñas cosas que pasan en nuestra vida. La última protesta: los vecinos valencianos que se quejan por los prepatarivos de su mayor fiesta: Las fallas, se quejan porque durante más de un mes instalan en sus calles miles de bombillas, que animan la fiesta, aunque sea a costa del medio ambiente y de la contaminación lumínica, pero ese es otro tema que trataré algún día.

Nos encantan las protestas, que Ana María Rios ( la chica que fue detenida en Cancún) posa en una revista desnuda, todo su pueblo se levanta en lanzas a protestar por una decisión personal, alegando que pone al pueblo en un mal lugar. Que Rafael Amargo les amarga la Gala de la Reina a los canarios, pues la gente abuchea a Belén Esteban y en los medios de comunicación se tiran dos semanas hablando de lo mismo. Da igual lo que sea, un partido de fútbol anulado, la instalación de parkímetros, una protesta vecinal, la contra protesta de los otros vecinos, lo que nos gusta es ser el centro de atención, salir en los medios y quejarnos, por lo necesarias que son ciertas obras, por las molestias de las obras (mientras que duran) y por lo mal que ha quedado (cuando se termina la dichosa obra). Debemos admitirlo, nos quejamos porque creemos que nuestros problemas son los más importantes, que nosotros somos los que tenemos todas las desgracias, sólo hace falta mirar un poco más lejos de nuestro ombligo y ver las cosas por las que realmente deberíamos levantarnos del sillón y salir a la calle.

martes, 13 de febrero de 2007

VECINOS, JUECES Y CARNAVAL


La decisión del juez de levantar la prohibición de los actos callejeros de los Carnavales en Santa Cruz deTenerife ha hecho que los isleños carnavaleros duerman más tranquilos esta semana y que los vecinos demandantes continúen sin poder dormir en la misma. Todos los que hemos vivido cerca de un recinto ferial, una calle de bares de copas o un centro comercial en Navidad hemos sufrido los molestos ruidos, aun así, no creo que esto sea suficiente para prohibir unos actos que en el fondo son el alma de una fiesta popular y gran atractivo para los turistas. No podemos basarnos en la queja de unos cuantos vecinos para cargarnos una fiesta muy arraigada en el pueblo y que no es de excesiva duración.

Con todos estos alicientes la polemica estaba servida, primero: ¿qué vecinos estarían dispuestos a enemistarse con la mayor parte de la isla? ¿Los asistentes a la fiesta iban a respetar la decisión del juez?. En respuesta a esta última pregunta: yo creo que no, incluso se intentaría formar más ruido, es la respuesta lógica y de protesta ante una demanda algo excentrica y absurda y la decisión de un juez poco realista. Estas conductas no son las más correctas ante la decisión de un juez, pero si queremos conservar las tradiciones, nuestra riqueza cultural y, porque no, la diversión debemos empezar por protestar cuando las medidas son excesivas y perjudican más que benefician y terminar por hacer unas leyes realistas que se ajusten a las necesidades de los vecinos y que se acepten sus reclamaciones dentro de unas condiciones razonables y entendibles.