jueves, 18 de agosto de 2011

TAMBIÉN HAY QUE SABER PERDER

Vergonzonso, ese es el único adjetivo que puedo utilizar para retratar el segundo partido de la Supercopa de España 2011. Al margen de los lances deportivos; los incidentes y la actitud posterior de los jugadores me parecen vergonzosos. A mi juicio todo ello es fruto del cultivo agresivo y antideportivo que siembra Mourihno en el banquillo.

La frustración por no poder vencer al eterno rival, casi conseguir el objetivo y perderlo a tres minutos del final es sólo el detonante, pero la mecha es muy larga y lleva alimentándose desde la temporada pasada.
Como bien dice Piqué, Mourihno está destrozando la convivencia pacífica que se había logrado, aumentada por las victorias de la Selección Española.
Este cócktel explosivo que se ha preparado desde todos los frentes: los medios de comunicación dando importancia y minutos a cada movimiento del entrenador blanco, los desplantes de Mou ante la prensa, la acusación perpetua al favoritismo de los árbitros, las desafortunadas opiniones de jugadores culés...

Mou ha conseguido que jugadores tan respetuosos y respetados como Casillas haga declaraciones patéticas, reproduciendo una y otra vez las consignas que se dan desde el banquillo, como una propaganda que hay que introducir en la mente del aficionado a toda costa. Basta de buscar excusas y de sacar balones fuera, hay que atajar el problema desde la raíz, el Madrid no es mejor que el Barça y eso es un hecho, aunque sus números se parezcan, en los duelos, el Barcelona siempre es mejor.

Ahora nos llevaremos las manos a la cabeza, porque hay líneas que no se pueden traspasar, pero no nos asustemos si el monstruo que hemos estado creando y alimentando durante meses toma vida propia y escapa a nuestro control. Estas son las consecuencias de endiosar a un mero entrenador de fútbol y darle más minutos en los medios de comunicación que al Presidente del Gobierno, por mucho que haga subir la audiencia.

Imagen tomada de: www.que.es

lunes, 8 de agosto de 2011

¿QUÉ DEJARÍAS DE HACER POR UN MILLÓN DE EUROS?

El otro día, navegando por Twitter, me encontré con una pregunta que me ha estado rondando estos días y que me alegra no tener que decidir: ¿Dejarías de usar de por vida Internet a cambio de un millón de euros?.

En un primer momento mi respuesta fue positiva, sin dudas, pero al transcurrir los minutos la fuerte decisión del inicio se ha ido diluyendo y sólo me falta hacer una lista con los pros y los contras para llegar a una decisión racional, a la que luego acabaría por no hacer caso. Renunciar a Internet sería renunciar a gran parte de mi ocio actual y de mi entretenimiento y conocimiento, tendría que volver a ser esclava de los horarios de la televisión y tragarme las decisiones de los programadores, son poder explorar. Dejaría de contratar viajes de forma rápida, tendía que volver al teletexto para conocer el número ganador de la lotería y me olvidaría de mi blog y mis cuentas en las redes sociales, lo que provocaría perder el contacto con varias personas y mis posibilidades de encontrar empleo se reducirían considerablemente, claro que con un millón de euros en el bolsillo ésto tampoco sería una prioridad...

Una decisión bastante difícíl, renunciar a algo que ocupa gran parte de tu vida y que te hace relacionarte con otras personas, te facilita cientos de trámites y te proporciona mucha información útil para tu vida. No creo que sea el mejor ejemplo para esta frase, pero de todas formas voy a utilizarla: no se puede comprar todo con dinero.

Al margen de las circunstancias más radicales e imaginando que en tu trabajo no fuera necesario utilizar La Red, ¿aceptarías el millón de euros a cambio de no poder acceder a la mayor fuente de información de todos los tiempos?