Eruditos, filósofos, periodistas, deportistas, cantantes... ningún círculo o área laboral está exenta de tener entre sus filas un polifacético, esas personas que son capaces de dominar varias disciplinas y hacerlo todo de forma adecuada.
A los simples mortales ya nos cuesta hacer bien las cosas dedicándonos a una sola actividad y sacar tiempo para el ocio es, muchas veces, muy complicado. Estas personas que son capaces de llenar su vida con miles de cosas y que consiguen hacerlo todo bien merecen todo mi respeto y admiración.
Desde escritores, poetas, cantantes a pintores; normalmente el arte se relaciona entre sí de formas que yo no llego a comprender, puede que si te visita una musa se quede contigo lo suficiente para inspirarte, no sólo en una disciplina concreta, sino en varias. Pero los polifacéticos que más me fascinan son los que desarrollan actividades, en principio, tan dispares que verlas unidas en una sola persona te hacen creer que son de otra pasta.
Uno de estos polifacéticos sorprendentes es un hombre, que de por sí, ya es fascinante, al menos para mí: Miguel de la Cuadra Salcedo. Ese explorador eterno, que desde hace casi 20 años está al frente de La Ruta Quetzal, siendo el guía de jóvenes españoles que descubren el mundo a su lado. Además de explorador, Miguel de la Cuadra Salcedo ha sido deportista profesional, participante en los Juegos Olímpicos de 1960 y estableciendo el récord de lanzamiento de jabalina. Luego fue periodista de guerras y conflictos, internándose en la selva, esa que años después le atraparía y crearían la imagen que la mayor parte de nosotros tiene de él.
Personas completas, llenas de energía, de ganas y de una sabiduría que tienen que compartir con los demás. Espero que los polifacéticos nos inspiren a los demás, para que podamos creer que se puede conseguir todo si se intenta.
Imagen tomada de: www.sagcr.org (Sociedad de Astrológica y Geográfica de Ciudad Real)
A los simples mortales ya nos cuesta hacer bien las cosas dedicándonos a una sola actividad y sacar tiempo para el ocio es, muchas veces, muy complicado. Estas personas que son capaces de llenar su vida con miles de cosas y que consiguen hacerlo todo bien merecen todo mi respeto y admiración.
Desde escritores, poetas, cantantes a pintores; normalmente el arte se relaciona entre sí de formas que yo no llego a comprender, puede que si te visita una musa se quede contigo lo suficiente para inspirarte, no sólo en una disciplina concreta, sino en varias. Pero los polifacéticos que más me fascinan son los que desarrollan actividades, en principio, tan dispares que verlas unidas en una sola persona te hacen creer que son de otra pasta.
Uno de estos polifacéticos sorprendentes es un hombre, que de por sí, ya es fascinante, al menos para mí: Miguel de la Cuadra Salcedo. Ese explorador eterno, que desde hace casi 20 años está al frente de La Ruta Quetzal, siendo el guía de jóvenes españoles que descubren el mundo a su lado. Además de explorador, Miguel de la Cuadra Salcedo ha sido deportista profesional, participante en los Juegos Olímpicos de 1960 y estableciendo el récord de lanzamiento de jabalina. Luego fue periodista de guerras y conflictos, internándose en la selva, esa que años después le atraparía y crearían la imagen que la mayor parte de nosotros tiene de él.
Personas completas, llenas de energía, de ganas y de una sabiduría que tienen que compartir con los demás. Espero que los polifacéticos nos inspiren a los demás, para que podamos creer que se puede conseguir todo si se intenta.
Imagen tomada de: www.sagcr.org (Sociedad de Astrológica y Geográfica de Ciudad Real)
