martes, 13 de julio de 2010

EL BESO

Si algo nos queda, además de la alegría incontenible, después de ganar el mundial es el momentazo que protagonizó Iker Casillas, dándole un beso a su novia en directo después de ganar la final. La tensión de los dos frente a la cámara, la sonrisilla del portero y el intento de Sara Carbonero por crear un momento periodístico normal fueron incluso mejores que el propio beso. Iker nos conquistó, un poco más, a todas con ese beso, acallando todas las críticas que había recibido desde los medios internacionales.
Desde el punto de vista romántico no puede haber un momento mejor, pero desde el profesional, creo que el campeón del mundo no respetó a la periodista. Ella estaba trabajando y comprendo perfectamente la euforia de Iker, pero creo que no debió hacerlo. Si ella hubiera saltado al campo, mientras que su novio desempeñaba su trabajo, y le hubiera dado un beso segundos después del gol de Iniesta todo hubiera sido menos romántico y más criticable, algo impensable. En el momento del beso ella estaba relizando un entrevista al Capitán de la Selección Española y debió de respetar su trabajo como periodista, igual que ella respetó el suyo como futbolista. De hecho, Sara no pudo disimular el disgustillo que estaba sintiendo, pues él ya había demostrado que seguía siendo el mejor portero del mundo y ella tiene que demostrar cada día que se merece el puesto que desempeña.

Pese al beso (que debo decir que como mujer me encantó, pero como profesional lo ví fuera de lugar) Felicidades a todos, nos merecíamos ya una alegría de este calibre para creernos que no hay nada que no podamos conseguir si nos lo proponemos.

Imagen tomada de: http://100goles.rpp.com.pe

domingo, 11 de julio de 2010

REFLEXIONES FILOSÓFICAS RODEADAS DE ARENA

"Morimos dos veces, una cuando nuestro cuerpo muere y otra cuando los demas ya no nos recuerdan" bien podría ser el texto filosófico de un autor, pero en realidad se trata de un extracto de una conversación que escuché hace unos días. Cierto es que en los últimos tiempos la sociedad no es un alarde de erudición, pero aún quedan algunos reductos. Lo que más me sorprendió de esta conversación fue el lugar en el que se produjo, una playa de Cádiz llena de sombrillas y el sonido de las olas de fondo. Cualquier sitio es bueno para hacer este tipo de reflexiones, pero no deja de sorprenderme el contraste entre la seriedad de la conversación y lo informal del lugar. Los que hablaban tenían poca ropa encima, estaban sentados en unas de esas sillas de playa bajitas, que a mí siempre me han parecido muy cómodas pero un poco ridículas, el torso colorado y las gafas de sol, dejando un cerco sobre los ojos.
Pese a lo inusual del escenario, me alegra saber que aún hay gente que sigue reflexionando y filosofando, teniendo pensamientos profundos y compartiéndolos con los demás sin importar el escenario. Estemos de acuerdo o no con esas reflexiones tenemos que alabar a su autor y dejar de pensar que lo importante es el continente y no el contenido.
Seguro que si hubiera escuchado esto en una sala de conferencias no le hubiera dado la mayor importancia, pero el escenario me llamó la atención. Voy a tener que creer firmemente en que la playa o las vacaciones nos hacen olvidar eficazmente los problemas cotidianos, quizá no en el sentido en el que creía hasta ahora, pero bienvenido sea un chpuzón si también nos refresca las ideas de esta forma.
Imagen tomada de: http://www.viajablog.com/