jueves, 19 de noviembre de 2009

UN EDIFICIO, UN BARRIO

Habiendo leído el anterior post ahora comprenderéis mejor este.

Ya han comenzado las movilizaciones, los vecinos y comerciantes del Casco Antiguo han comenzado a protestar y pronto se les unirán los alumnos. La Sentencia del Tribunal Superior de Justicia ha dado la razón a la Asociación Amigos de Badajoz y ha determinado que la rehabilitación del Hospital Militar, que construyó el Cubo, es ilegal, por lo que ordena su derribo.

Hay que señalar que el Cubo no hace daño a nadie, quiero decir que no es un edificio de cinco plantas en primera línea de playa, ni estropea el hábitat de los animales que viven allí, ni es una construcción descontrolada. El Cubo alberga una de las mejores bibliotecas de Badajoz, en la que se puede disfrutar de unas maravillosas vistas de la Torre de Espantaperros. Además, es el eje principal de la Facultad de Biblioteconomía y Documentación.
Hace años el traslado de la Facultad a este punto de Badajoz ya fue conflictivo, los alumnos tuvieron que acostrumbrarse a pasear entre basura, aceras mal cuidadas, falta de transporte público, robos, yonkis y jeringuillas. Pese a todas las dificultades, se hicieron al nuevo lugar y llegaron a disfrutar, como no lo habían hecho otros, del centro de Badajoz. El casco antiguo se recuperó y ganó parte del esplendor que tuvo en otros tiempos. Ahora, esta resolución vuelve a jugar con los alumnos, que ven como su centro de estudios se derribará.

Me parece increíble que una vez que nos utilizaron como conejillos de indias, como la solución para que el Casco Antiguo no se convirtiera en un gueto al que no se podía acceder por la peligrosidad de sus calles, ahora vuelvan a jugar con nocotros y decidan echarnos de un centro que se creó a medida de las necesidades de los alumnos y la actividad que se desarrolla en él. Una vez que ya nos hemos olvidado del barro en invierno, de las matas de hierbas sin cuidar que nos ganaban en altura en verano, de las cuestas interminables y de las malas conexiones con el resto de la ciudad, ahora que la muralla árabe estaba llena de jóvenes y que tenía vida propia, llega una decisión injusta que no va a beneficiar a nadie. Por que si se van a gastar 8 millones de euros en derribar parte de un edificio útil y moderno no va a quedar dinero para rehabilitarlo, será como un grupo de piedras más, como tantas que se quedan olvidadas en las ciudades.

Desde aquí mi apoyo incondicional a todas las iniciativas que estén a favor de salvar el Cubo, la Facultad y la vida que se ha generado en el Casco Antiguo desde que los estudiantes pasean, viven y desarrollan su actividad en él.

LA HISTORIA DEL CUBO

Os pongo en antecentes:El Casco Antiguo de la ciudad de Badajoz es uno de los más bonitos, con callejuelas estrechas, monumentos, calles peatonales y una de las Alcazabas árabes mejor conservadas de España. Desgraciadamente, también era el hogar de los pacenses más desfavorecidos, casas abandonadas, calles impracticables, el lugar en el que se refugian los que no tienen hogar y los que no tienen suficiente dinero como para irse de allí, eso provocó que comenzara a ser un foco de delincuencia, menudeo de droga y postitución. Hace ocho años decidieron rehabilitar en el Antiguo Hospital Militar, edificio situado dentro de la Alcazaba, (para acceder a ella hay que atravesar todo el Casco Antiguo). Este centro se convirtió en la Biblioteca Regional y la Facultad de Biblioteconomía y Documentación. Esto provocó que día tras días más de 500 alumnos atravesaran el barrio, junto con el personal que trabaja en el centro y todo lo que conlleva. Muchos de esos alumnos vivían cerca de la Facultad y los demás, pues transitaban por sus calles. En los primeros años, los alumnos, entre los que me encontraba teníamos que sufrir los inconvenientes de cruzar por un barrio poco aconsejable, algún encuentro desagadable, robos, sustos... y por supuesto las deficiencias de transporte y acondicionamiento. Poco a poco el centro de Badajoz ha mejorado, hasta el punto de qu ese ha instalado un bar muy popular en la Plaza Alta, un lugar inaccesible para muchos hasta hace unos años.

La Asociación Amigos de Badajoz denunciaron la obra del Cubo, y el Tribunal Supremo ha dicho que no cumple las normas de respeto a edificios antiguos, por lo que ha ordenado el derribo del Cubo, que costará 3 millones de € más de lo que costó construirlo. Con este derribo se provoca que la Facultad se traslade de edificio, lejos del centro y que la zona deje de albergar a los estudiantes.

Esta es la historia del Cubo y en el próximo post sabréis porqué os hablo de ello.

Imagen tomada de: www.elperiodicodeextremadura.com

martes, 10 de noviembre de 2009

LA CAÍDA DE UN MURO, 20 AÑOS DESPUÉS


No sé que estaba haciendo en ese momento, Ni tampoco qué pensé aquel día. Tan sólo tenía 5 años, pero pronto comprendí que ese muro era importante, pero que su caída lo era aún más.
Aún sin recordarlo, puedo sentir, aproximadamente lo que sintieron los que cruzaron los pasos fronterizos esa noche.

Incrédulos, como casi siempre, pero esperanzados como casi nunca, oyeron en la televisión que las fronteras se abrían desde ese mismo momento. Se echaron a la calle, fueron a las puertas y se encontraron con ellas cerradas, como siempre desde hace años. Fueron llegando poco a poco, no pretendían dejar sus casas si comprar como locos lo primero que vieran tan sólo querían volver a pasear por las calles de una ciudad que había sido suya. Una ciudad por la que pasearon, disfrutaron, odiaron e incluso se enamoraron, una ciudad que les habían arrebatado. Una puerta, la de Branderbusgo que nunca volvieron a ver.

Pero esa noche todo fue diferente, los guardas cedieron, abrieron las puertas y los que esperaban pasar por ella, lo hicieron, se reencontraron con sus familiares, los que estaban al otro lado y se sintieron de nuevo berlineses, al poder caminar libres por cada una de sus calles, al recordarlas, auqnue habían cambiado lo suficiente como para que no fueran reconocibles.

Aquella noche algo cambió en el mundo, algo dejó de enfrentarnos. Se acabó la Guerra Fría y con ella el régimen comunista. Aún quedaban muchas cosas que cambiar en el mundo. No todo se arreglo con abrir las fronteras, con derrumbar el muro, sin embargo fue el primer paso, quizá el más difícil.

Por ello deberíamos aprender cada día a abrir una puerta, a atirar un muro y hacer más fácil a los demás pasear tranquilos por las calles de la libertad.