lunes, 26 de marzo de 2007

LA MÁS BELLA DE ESPAÑA


Como todos los años por estas fechas se ha elegido a la mujer más bella de España, para que se haga famosa, nos represente en otros certámenes de belleza y luego vaya de programa en programo o de futbolista en futbolista. Da igual lo que se intente conseguir con ello, oportunidades, fama, dinero o publicidad el caso es que las aspirantes tienen que pasearse en bikini, traje de fiesta, más bikini... andar con unos tacones de aguja por un suelo resbaladizo delante de un jurado que las analiza cada michelín, cada arruga o cada movimiento, la verdad es que más que un concurso de belleza parece un concurso de pedigrie, solo les falta mirarles la dentadura como a los caballos. No comprendo el sentido de estos concursos de belleza, aunque reconozco que puede ser un trampolín para el mundo de la moda y el famoseo en general. ¿Por qué debemos elegir a la más bella de España? es algo que nunca he entendido. La belleza es una cualidad no objetiva, que no se puede medir y que depende del criterio del que observa, porque como todos sabemos para gustos se hicieron colores. Por eso este certamen siempre está rodeado de una cierta polémica. Este año la polémica la ha creado la representante de Cantabria, que fue descalificada después de ganar, por ser madre. Una cláusula del concurso anticuada y claramente sexista ya que los hombres no tienen ningún impedimento para ser misters y padres a la vez.

Para mí esto es suficiente para dejar de dar importancia a un concurso vanal, superficial y comercial, lleno de favoritismos y presiones, dinero que va y viene y luchas por una corona que no garantiza a las que lo llevan un trabajo, ni una vida mejor, ni ser más felices. Sería mucho más práctico y gratificante dar un premio a la mujer que compagina mejor la vida familiar y el trabajo, al hombre que más colabora en las tareas del hogar o a los que dedican el poco tiempo libre que les queda a cuidar el medio ambiente (o al menos a intentarlo). No serían unos premios tan televisivos, ni darían tanta publicidad a Marina D'or, pero al menos serían más realistas y menos sexistas, más adecuados a al sociedad actual y mucho menos glamurosos. Quizá no daría material suficiente para las tertulias de televisión, ni para sacar los trapos sucios que tanto nos gustan, pero serían, al menos, unos premios útiles y valiosos, que premiarían la verdadera belleza del ser humano, su capacidad para vivir en sociedad y colaborar para hacer de este mundo un lugar un poco más amable.

miércoles, 14 de marzo de 2007

FRAGILIDAD


Es asombroso como el ser humano se cree indestructible, tenemos la absurda costumbre de pensar que eso no me puede pasar a mi, hasta que nos pasa, claro. Y cuando te pasa ves realmente lo frágiles que somos las personas. Cómo, el no poder utilizar una extremidad temporalmente, te hace depender de los demás, incluso en las cosas más sencillas, como comer o ducharnos. Durante este pequeño periodo de invalidez la indepenedencia es algo que se aleja de nuestra vida. Quizas estos momentos nos sirvan para valorarla en su totalidad y dejar de ser una especie de parásito que vivirá de sus padres hasta que pueda vivir de sus hijos. Muchos de nosotros que aún vivimos en casa de nuestros padres (y parece que por bastante tiempo) no valoramos la independencia porque nunca la hemos tenido completamente, siempre dependemos de nuestros padres, ya sea económicamente, porque nos dan casa gratis o porque no dejan que nos estrellemos tomando nuestras propias decisiones sin pensar en las consecuencias. Siempre somos dependientes, pero no somos conscientes de ello hasta que ya no podemos dar marcha atrás.

La fragilidad es algo que caracteriza al ser humano por naturaleza, aunque se valga de su inteligencia para superarla y por lo que veo lo hemos conseguido, al menos así lo pensamos. Lástima que nuestra inteligencia no pueda evitar ciertos accidentes. Por ello, somos dependientes por propia voluntad, para protegernos de esas cosas que por sí solos no somos capaces de superar. Pero todo debe tener un límite, ¿cómo sabemos que ya no dependemos de los demás por pura supervivencia y sí por pereza? Pues no hayamos la respuesta porque nunca nos hacemos la pregunta, nos hemos acostumbrado a una vida cómoda, sin procupaciones, una vida de dependencia y no sólo económica, quizá cuando empecemos a valorar nuestra independencia sea demasiado tarde para tomar la iniciativa, porque seremos demasiado frágiles para hacerlo, aunque no lo reconozcamos.

miércoles, 7 de marzo de 2007

LA UTILIDAD DE LA TELEVISIÓN BASURA


La sociedad en conjunto y en particular a los que nos gusta la televisión nos venimos quejando de la televisión de tarde y fin de semana, ya no era suficiente con llevar de invitados o colaboradores a todos los vividores del mundo rosa, ni sufrir la vergüenza ajena que provocan ciertas historias. Ahora lo más de lo más en el mundo rosa es el polígrafo; ese gran invento que de ser efectivo nos ahorraríamos dinero y personal en juicios, reclamaciones e investigaciones policiales, aún no siendo válido para esto, seguimos creyendo en él si esta prueba se desarrolla en los programas de televisión y nos dejamos entretener por él. Pese a todo lo que declare la gente, esos programas se ven y mucho, si no fuera así no tendría sentido pagar 6000 euros por una exclusiva(como mínimo), ni pagar un sueldo alto a unos colaboradores por decir cuatro tonterias sentados en un sillón incómodo. Teniendo esto en cuenta y sin querer engañarnos, se puede hacer un programa divertido, inteligente y muy bueno con el mismo contenido, pero de forma realista, quitando importancia a lo que no la tiene y con el sarcasmo como bandera.

Seamos realistas, si estos contenidos son los más abundantes y a los que se dedica más tiempo lo lógico es aprobecharse y si de paso se puede hacer humor interesante mucho mejor. En este programa todo se cuestiona, los personajes, los polígrafos, las pruebas de ADN, los comentarios y te hacen ver que en estos programas hay un punto de subrrealismo importante, en el que el dato más insignificante puede convertirse en el centro de una discusión que puede durar horas. Gracias a la sexta por intentar hacer una televisión diferente y entretenida, sin caer en la vulgaridad y en los errores de los demás, porque la vida se compone de algo más que de infidelidades, peleas, rupturas, separaciones y enemistades, porque una sonrisa te alegra el día y más aún si es a costa de Carmen Hornillos.

Por todo ello os invito a que veáis este programa, os riáis de las noticias del corazón y de paso os recreeis la vista con Ángel Martín, Pilar Rubio y Patricia Conde, (lo siento Miki).