jueves, 25 de enero de 2007

UNA HISTORIA DE AMOR, O NO


Es sabido por todos que la convivencia entre personas de distintos orígenes es difícil, aún así hay gente que piensa con el corazón y no con la cabeza y dice, o siente, que si se pone voluntad, todo es posible. Puede que fuera esto lo que pensó Corinne Hofmann cuando decidió dejarlo todo por un guerrero masai. Fue hace dieciocho años y ahora podremos ver su historia en la gran pantalla. A simple vista puede ser una historia de amor más o menos convencional, pero si os digo que esta mujer vio a Letinga (el guerrero masai) solo un día y que a penas pudo hablar con él os parecerá una locura. Si después os digo que recorrió media Kenia con sólo una foto para encontrarlo y que permaneció enferma mucho tiempo pensaréis que estaba loca.
Pues sí, lo dejó todo, su vida en Suiza, a su novio, su trabajo, hasta sus costumbres por el hombre al que amaba. Vivió durante dos años en su tribu, sin agua potable, luz y siendo un masai con la piel blanca, hasta tuvo una hija con Letinga. Su historia de amor tuvo que enfrentarse a multitud de dificultades y no pudo superarlas todas, debido a la malaria dejó la tribu y se instaló con su marido en la costa, pero su situación y su matrimonio no mejoraron así que volvió a Suiza con su hija engañando a Letinga. Años más tarde volvió a la tribu, pero sin su hija, y descubrió que su ex-marido la había perdonado. Ahora prepara a su hija para que pueda ver a su padre, sabiendo que él no podrá reclamarla al ser mayor de edad.
Muchos dirán que era el único final posible y que las locuras de amor nunca salen bien, sin embargo, ella luchó por lo que más quería y por su felicidad por encima de los prejuicios de los demás y de las brechas culturales. Es verdad que no salió bien, pero al menos lo intentó y fue feliz por un tiempo, tuvo una hija y se enfrentó a todo, incluso a ella misma.

miércoles, 17 de enero de 2007

FAMOSOS ENCARCELADOS


Hace algunos meses que las cárceles españolas se han convertido en verdaderos centros de noticias con periodistas apostados en sus puertas casi las veinticuatro horas del día, y famosos entrando y saliendo, ya sea como imputados o simples visitantes. El último famoso en entrar: Farruquito, no hablaré aquí del revuelo provocado en los medios, ni si es culpable o inocente, eso ya lo decidió una juez, ni cuestionaré sus pretensiones de conmutar su pena por trabajos sociales, lo que verdaderamente me fastidia es ver cómo los participantes de las tertulias televisivas le defienden sólo porque es un bailaor de prestigio, que dicho sea de paso, creo que poca gente conocía su existencia antes del accidente de tráfico. Realmente su caso es de capítulo de CSI, pero sin Horatio, conduce por las calles de Sevilla sin carnet de conducir a ochenta km/h, atropella a un hombre, le niega el auxilio, se da a la fuga, esconde pruebas, ya que arregla su coche para que la policía no lo inculpe y meses más tarde convence a su hermano menor de edad para que se entregue voluntariamente como conductor en el accidente de tráfico. No creo que haya que dar más datos sobre este gran bailaor, lo que sigo sin poder explicar es cómo hay gente que sigue defendiéndolo, diciendo en televisión que la gente debería saber discriminar la persona: Juan Manuel Fernández Montoya, de Farruquito el artista. Una persona pública como él no puede esperar que el público, que se gasta el dinero en una entrada, se olvide de que ha matado a un hombre y que intentó de todas las formas posibles eludir su responsabilidad frente a la ley. Creo que esos tertulianos que defienden a sus amigos o conocidos a capa y espada deberían dar un paso hacia atrás y mirar los hechos desde un ángulo más objetivo, ¿de verdad piensan que alguien lo defendería si no fuera famoso?. Deberían hacer un ejercicio de autoconciencia y dejar de lado los favoritismos, porque para mí un buen amigo es el que sabe reconocer nuestros errores y nos perdona, no el que defiende lo indefendible y menos en un caso como este. Si de verdad queremos que no haya más muertos en nuestras carreteras por una conducción irresponsable, debemos empezar por condenar a las personas que no valoran la vida humana, ni siquiera la suya propia.

martes, 16 de enero de 2007

¡YA HE VUELTO!


Como prometí, he vuelto, menos mal que no era una amenaza. He estado un mes un poco desconectada del mundo, a parte de los regalos navideños y las rebajas, así que tardaré un poco en volver a ponerme al día. Ya podéis empezar a proponer temas para reflexionar sobre ellos o darme ideas o peticiones. De momento no tengo nada más que decir, excepto que no dejéis de visitarme y dejarme comentarios. Hasta muy pronto!